domingo, 3 de junio de 2007

CONCLUSIONES

Es evidente que la medicina ha sufrido una gran mejoría en el último siglo gracias a la implementación y modernización de la tecnología, ya sea maquinaria pesada, tales como un respirador artificial; o refinada, como los chips y la endoscopia. Esta modernización ha posibilitado que hoy en día se puedan realizar todo tipo de intervenciones quirúrgicas con el menor grado de invasión y molestia de parte del paciente; así como también las ha facilitado, reduciendo los riesgos.
No cabe duda de que la calidad de vida ha progresado mucho a causa de la tecnología médica, no solo desde el punto de vista físico (el nivel de mortalidad, y mortalidad infantil ha diminuido marcadamente), sino también desde la manera de pensar del ser humano, puesto que muchos descubrimientos han dado explicación a dudas existenciales y enigmas tales como: ¿de dónde vienen las diferencias entre los seres y las similitudes entre familiares?
Ha dado fin a numerosas enfermedades fatales, ha llevado esperanza a millones de personas en todo el mundo con necesidades urgentes, como el transplante de un órgano. Personas que hace cincuenta años no tenían arma alguna contra enfermedades como el cáncer de mama, ahora pueden combatirlo abiertamente y poseen grandes probabilidades de triunfar. Posiblemente, en un futuro no tan lejano, la tecnología permita el descubrimiento de nuevos tratamientos contra enfermedades que en la actualidad son prácticamente incombatibles.
Claro que también se pone en duda ciertos métodos médicos como el aborto, que aunque implementados antes, ahora se practica con mucha más frecuencia por el desarrollo tecnológico que lo ha convertido en una alternativa sin riesgo (para la madre). A tal punto es esto verdad, que en ciertos países se utiliza como método anticonceptivo. En España, más del cincuenta por ciento de las mujeres se somete a por lo menos dos abortos a lo largo de su vida fértil.
La clonación, sistema no legalizado en los seres humanos, sigue teniendo la mayoría de la población en contra, no sólo por su gran poder polémico, sino también por el gran peso económico que conlleva.
La eutanasia es legal. ¿Es moral? Sigue siendo una pregunta sin respuesta. Es evidente que gracias a la tecnología se ha podido mantener con vida a miles de personas que podrían haber muerto hace mucho tiempo. La pregunta es: si alguien tiene el poder de conseguir que una persona viva, en contra de las leyes naturales, ¿se puede considerar que tiene el poder para decidir que muera? La tecnología dice: sí. La gente…en tela de juicio.

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